Nuestros pensamientos se conforman
de palabras, las cuales forman un lenguaje, y estas viajan hasta el cerebro
creando así un programa, que se consolida cuando repetimos una frase o un
mensaje infinidades de veces. Estos programas se instalan desde antes de nacer,
por nuestros padres y familiares, y otras veces por nosotros mismos, por el
entorno en el que nos desenvolvemos, pero lo más importante, es que estos
programas van a ser los responsables de generar las emociones que dirigen
nuestras conductas y nuestras reacciones.
A través del manejo de técnicas de
Programación Neurolingüística (PNL), las personas pueden lograr entender
sus programas maestros, metafóricamente sería como tener la llave del cerebro,
haciéndonos más conscientes del lenguaje
que utilizamos y de esta manera generar cambios para construir relaciones interpersonales
exitosas, al cambiar la forma en que nos miramos a nosotros mismos, y en la que
miramos al mundo.
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